.::sermones Iglesia Bautista De La Gracia::.

El hecho de no ser parte de una catástrofe no implica que seamos menos culpables. Dios usa las adversidades como una bocina para llamar a todos los hombres al arrepentimiento.

Fue la supereminente grandeza del poder de Dios la que nos dio vida cuando estábamos muertos en pecados, en esclavitud y bajo condenación. Todo por Su astronómica gracia y para Su gloria.

La conversión es sólo el inicio. La voluntad de Dios es que por la obra del Espíritu podamos crecer en un mejor conocimiento de El y de Su propósito para nuestras vidas.

Dios nos escogió, nos predestinó, nos redimió, nos perdonó, nos hizo Su herencia y nos selló en Cristo para la alabanza de Su gloria. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo

Como en el caso de los Israelitas, si permitimos que la prudencia modere nuestro celo, no seremos gobernados por el prejuicio y muchos conflictos serán evitados.

Como creyentes unidos a Cristo por la fe, gozamos de varios privilegios: elección, justificación, santificación y sobre todas las cosas, Cristo mismo, nuestro sumo bien.

El Cristiano esta en guerra espiritual, Amalec esta al asecho. Es tiempo entonces de orar y actuar, aun cuando nuestra oración sea débil y de manos caídas.

Cuando comprendemos lo que es el perdón de Dios en nuestras vidas, el resultado natural ha de ser soltar de nuestras manos la espada de la amargura y perdonarnos unos a otros.

Ningún hombre puede extraviarse del seguro camino a Cristo, si esta bajo las instrucciones del Padre

Dios no es indiferente a nuestros sufrimientos, pues Dios El Hijo se hizo hombre y sufrió el mas grande sufrimiento que podamos imaginar, para comprar así un mundo sin sufrimientos.

Al estar atentos a la respuesta de Dios a nuestras oraciones, Él aumenta nuestra confianza, gozo y consuelo.

Las providencias adversas son una oportunidad que Dios nos da para aumentar nuestra comunión, fe y discernimiento, pero mas aún, para llamar a los hombres al arrepentimiento.

Todo verdadero hijo de Dios debería contentarse con lo que el mundo llama "una baja condición", pues aun no es el día en que se ha de manifestar lo que hemos de ser.

Jesús advierte que en los postreros días a muchos profesantes se les acabara el aceite y se les ira el brillo de su presuntuoso Cristianismo. Dios nos ayude a perseverar hasta el fin.

Muchos lloraron ante los sufrimientos de Cristo. En respuesta, Él no solo les dio una dirección para que no llorasen, sino que ademas les trajo un particular para que lo hicieran por ellos mismos.

Las adversidades futuras atemorizan al creyente. El remedio contra este temor es la fe en la promesa de Cristo de que El Padre se ha placido en darnos el reino.

La adopción de Dios es un privilegio tan maravilloso que Juan ve la necesidad de hacer una pausa para contemplar con asombro el maravilloso amor de Dios y para estimularnos a vivir en pureza.

Al mirar las misericordias y las bondades de Dios para con nosotros en el pasado año, debe movernos a venir a Su presencia con acción de gracias y con fe Su gracia venidera.

El Plan de Dios en tener misericordia de nosotros es para que testifiquemos a otros de la misma y estos se acerquen a Dios para que Dios tenga misericordia de ellos.

El hecho de que Dios mismo haya venido como misionero y el hecho de la gran comisión son evidencia de la urgencia del evangelio para el pecador con riesgos de perderse eternamente.