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La cosa no es tan así, pero las tensiones entre el gobernador de Texas, Greg Abbott, y el gobierno federal de Joe Biden se calentaron en estos días. El foco de la disputa es la estrategia para frenar la migración irregular en la frontera con México. El lunes pasado, la Suprema Corte ordenó permitir la entrada de los agentes federales a Shelby Park para quitar el alambre de púas que Abbott mandó a poner a lo largo del Río Bravo. Pese a la decisión del Tribunal, el gobierno texano ha negado el paso a los agentes federales de la patrulla fronteriza a la zona.  Ante esto, la Casa Blanca está rondando la posibilidad de federalizar a la Guardia Nacional de Texas para que ahora sí responda a las órdenes de Washington. Según Abbott, “sería un movimiento estúpido de su parte, un desastre total”. Mientras tanto, 25 estados del país, todos gobernados por el Partido Republicano, firmaron una carta en apoyo a Texas ante un conflicto con la Casa Blanca. El medio digital “El Faro” señaló que el presidente de El Sa