Historias Pulp

Décadas antes de que se desatara el infierno en la Tierra con la infección global de la criatura conocida como Y'lhet y del auge del héroe Orhan Statov, en las instalaciones Tropoknamidiak, al sur de la cordillera de los Urales, se completaba con éxito un portentoso experimento... Este es el último capítulo anexo de la Antología Mceady: esperamos que lo disfrutéis. Madre o la Odisea de Inna Katraminiok. Escrito y narrado por Elmer Ruddenskjrk. Novela en Amazon: https://www.ivoox.com/antologia-mcready-madre-o-odisea-inna-audios-mp3_rf_121097773_1.html

EL SILMARILLION: 11. DEL SOL DE LA LUNA Y DEL OCULTAMIENTO DE VALINOR Se cuenta que después de la huida de Melkor, los Valar se quedaron largo tiempo inmóviles, sentados en los tronos del Anillo del Juicio; pero no estuvieron ociosos, como declaró Fëanor en la locura de su corazón. Porque los Valar pueden obrar muchas cosas con el pensamiento antes que con las manos, y hablar en silencio entre ellos. Así se mantuvieron en vela en la noche de Valinor, y fueron con el pensamiento más allá de Eä y llegaron hasta el Fin; no obstante, ni el poder ni la sabiduría amortiguaron el dolor y el conocimiento del mal que se manifestaría más tarde. Y no lamentaron más la muerte de los Árboles que la enajenación de Fëanor: de las obras de Melkor, una de las peores. Porque Fëanor, entre todos los Hijos de Ilúvatar, era el más poderoso, en cuerpo y mente, en valor, resistencia, belleza, comprensi&oacut

Un cuento de horror incluido en la Antología TRABAJAR ES FANTÁSTICO y otros cuentos de terror que nos han colado de la Editorial 2Cabezas. Un cuento o relato de horror en el que hay dos perspectivas o puntos de vista encontrados respecto del “laborar” humano. Por un lado, el trabajo útil y rutinario al servicio de los otros que tanto se desprecia en todas las sociedades (las pasadas y las presentes) y que puede llevar a la persona que lo realiza, si pierde de vista su verdadera importancia social y personal, a convertirse en un auténtico envidioso amoral poco confiable. Y, por otro lado, el trabajo creador o artístico que cuando pierde su horizonte humano acaba convirtiéndose en una amalgama de ideas vacías de sentido, pero, sobre todo, profundamente inhumanas (aunque suelen estar, los artistas de este tipo, muy bien considerados en los mundos distinguidos de los horteras con dinero). Pues bien, María Larralde ha contrapuesto ambos tipos de t

El Silmarillion: 10. De los Sindar. Voz narración: María Larralde Ahora bien, como ya se dijo, el poder de Elwë y Melian aumentó en la Tierra Media, y todos los Elfos de Beleriand, desde los marineros de Círdan hasta los cazadores errantes de las Montañas Azules más allá del Río Gelion, reconocían a Elwë como señor; Elu Thingol, Rey Mantrogrís, era llamado en la lengua de su pueblo. A los Elfos Grises de Beleriand, iluminada por las estrellas, se los llamaba también los Sindar; y aunque eran Moriquendi, bajo la égida de Thingol y por mediación de las enseñanzas de Melian se convirtieron en los más hermosos, los más sabios y los más hábiles de todos los Elfos de la Tierra Media. Y al cabo de la primera edad del Encadenamiento de Melkor, cuando en toda la Tierra había paz y la gloria de Valinor había alcanzado su cénit, vino al mundo Lúthien,

Un relato escrito y narrado por María Larralde Este es un relato corto de CiFi y Horror en el que se narra el extraño encuentro de un joven muchacho de 12 años con el Señor Green. Un hombre de aspecto extraño y repulsivo que acabará produciendo un efecto de profundo terror en el niño. Lo que inicialmente parecía un simple juego de espionaje... acaba convirtiéndose en una pesadilla para el pequeño. Y quién sabe si para todos los demás... Descarga de relato: https://historiaspulp.com/el-senor-gr... Imagen Portada de Art_Dreams de Pixabay. Música Bajo Licencia Creative Commons: 1. Lost in transmission. 2. Solar Flare. 3. Gravitational Collapse. 4. Atmósfera de terror. 5. Astral Disturbance. 6. Casa Embrujada de Terror. Y ahora...¡que comience la función!

La tormenta pasó tras tres meses de embestida increíblemente violenta e inusitada. La mina amaneció un día de primavera viendo la luz del sol, por fin, la luz del sol. Todo aquel desastre se mostró ante la atónita mirada de los que vinieron a rescatar a los supervivientes y, sin embargo, las estructuras estaban en buen estado. Las excavaciones, en contra de todos los pronósticos, habían continuado durante la tormenta y gran cantidad de cobre se acumulaba en los depósitos. Sin embargo, algo extraño había ocurrido. Parte de los mineros habían desaparecido, alrededor de un tercio de los hombres de los que quedaron atrapados en las minas por la tormenta, simplemente, no estaban. Por supuesto, los gerifaltes de la empresa tuvieron que denunciarlo ante las autoridades, dado que familias enteras quedaban sin respuesta y veían en peligro sus ingresos debido a las demandas que pronto, tanto las aseguradoras como los propios inte

EN LO PROFUNDO DE LAS MINAS: CAPÍTULO 4 VOZ: MARÍA LARRALDE Simons dio unos pasos hacia adelante, temeroso e incrédulo de lo que estaba viendo, mientras Butler giraba sobre sí mismo retornando hacia la mina convencido de que su compañero lo seguiría. Pero no lo hizo. Repentinamente, sintió que algo los estaba observando desde el frío intenso de la llanura que un poco más abajo se inclinaba en una pendiente que impedía ver más allá de dos o tres metros. Simons aguzó todo lo que pudo su vieja y desgastada vista viendo algo más allá de donde la claridad del amanecer gris y opaco le permitía ver. Comprendió que no era algo natural, no era un montículo, ni un montón de tierra producto de la extracción minera, ni aperos o maquinaria usados en el trabajo cotidiano. Lo que vio lo dejó atónito. De color gris oscuro, metálico, pero mate, un objeto que parec&iac

EN LO PROFUNDO DE LAS MINAS: CAPÍTULO 3 VOZ: MARÍA LARRALDE Perkins se había acercado a las cuadras para asegurarse del bienestar de los caballos. Eran pocos ejemplares, pero tenía que comprobar sus condiciones porque hacía demasiado frío. Al entrar sintió un olor extraño. Él era el encargado esa semana de atender a los cuadrúpedos por las noches. A pesar de que ya estaban servidos de comida suficiente, el responsable debía acudir a inspeccionar la cuadra al menos una vez más antes de dormir. Los animales estaban inquietos, seguramente por la tormenta. “¡Pobrecillos!”, pensó Perkins, “¿quién puede aguantar un frío así? Este viento parece que quiere matarnos a todos.” No veía bien, aguzó su vista, encendió dos candiles más. De repente sintió que algo no cuadraba. Se sobresaltó. ¡No veía los caballos! —

EN LO PROFUNDO DE LAS MINAS: CAPÍTULO 2 VOZ: MARÍA LARRALDE Anthony Butler comenzó a caminar encontrando una gran dificultad para avanzar debido a la cantidad de nieve acumulada en el camino que rodeaba la montaña. A cada paso le parecía estar levantando más de quince quilos de peso. Su mente se concentraba en cada una de las zancadas. Comenzó a sentir frío en su interior, y solo llevaba diez minutos fuera. Se dio cuenta de que aquello era imposible. No podría llegar ni en dos ni en veinticuatro horas. Miró hacia el horizonte. Parecía que el sol moribundo comenzaba a filtrar costosamente algunos rayos de luz. Pero, al igual que él no podía avanzar contra la nieve, el viejo astro no tenía suficiente fuerza para romper las compactas nubes borrascosas y llegar hasta los hombres para darles calor. Ambos empeños eran vanos. ¿Qué hacer?, se preguntó, comenzando a dudar de su arrojo irreflex

EL SILMARILLION: CAPÍTULO 9 DE LA HUIDA DE LOS NOLDOR VOZ: MARÍA LARRALDE Al cabo de un tiempo una gran concurrencia se reunió en el Anillo del Juicio; y los Valar se sentaron en la sombra, porque era de noche. Pero las estrellas de Varda brillaban en lo alto y el aire estaba claro; pues los vientos de Manwë habían barrido los vapores de muerte y habían devuelto las sombras al mar. Entonces Yavanna se incorporó y se irguió sobre Ezellohar, el Montículo Verde, pero estaba desnudo ahora, y negro; y puso las manos sobre los árboles, pero éstos estaban muertos y oscuros, y cada rama que tocaba se quebraba y caía marchita a sus pies. Entonces muchas voces se alzaron en lamentaciones; y les pareció a los que se apesadumbraban que habían bebido hasta las heces la copa de dolor que Melkor había escanciado para ellos. Pero no era así. Yavanna habló ante los Valar, diciendo: —La Luz de los Á

Un relato de María Larralde Voz. María larralde Existen sucesos sobre los que no se quiere arrojar luz alguna por lo insoportablemente horrendo de sus consecuencias. Pero… ¿y si hubiera razón tras los actos vesánicos de una persona? ¿Quién querría saberlo, quién querría aceptar esa verdad? El frío de aquel invierno de 1909 no puede compararse con nada más atroz. Jamás los habitantes de la pequeña población de Kennecott han reportado datos sobre una tormenta de mayores dimensiones. Informes escritos de algunos mineros cuentan cómo nubarrones albos cargados de nieve helada atormentaron los bosques de abetos hasta hacerlos doblarse en imposible contorsión durante semanas. Algunos mineros, estremecidos, susurraron a los miembros del primer equipo de rescate el terror que experimentaron durante su largo enclaustramiento debido, en gran parte, a lo extraño del comportamiento de los

EL SILMARILLION: CAPÍTULO 8. DEL OSCURECIMIENTO DE VALINOR VOZ MARÍA LARRALDE Cuando Manwë oyó qué camino había seguido Melkor, le pareció evidente que se proponía escapar a sus viejas fortalezas al norte de la Tierra Media; y Oromë y Tulkas marcharon de prisa hacia el norte con intención de alcanzarlo si era posible, pero no encontraron de él ni rastros ni rumores más allá de las costas de los Teleri, en los baldíos despoblados que llegaban casi hasta el Hielo. En adelante se redobló la vigilancia a lo largo de los cercados septentrionales de Aman; pero en vano, porque aun antes de que se hubiera iniciado la persecución, Melkor había regresado y había pasado en secreto alejándose hacia el sur. Porque era aún como uno de los Valar, y podía cambiar de forma, o andar desnudo al igual que sus hermanos; aunque pronto habría de perder para siempre ese poder...

ANTOLOGÍA MCREADY: CAPÍTULO 17. 4. SERGUEI VOZ NARRACIÓN: MARÍA LARRALDE Si en algún lugar la oscuridad es tan absoluta como para cegar irremediablemente los ojos, Serguéi había descubierto que se encontraba repentinamente en él. No ver hubiera sido soportable, pero el lugar donde se encontraba le permitía ver la profunda negrura en sí misma. Intentó pensar con claridad pues ningún miedo a la oscuridad cabía en su primitivo, pero inteligente cerebro reptiliano. Sin embargo, el lugar, si es que acaso de eso se trataba, donde se encontraba desprendía una densidad insondable que lo rodeaba totalmente y que se abría en abismo ante él. Una oscuridad opaca que lo desorientaba, y en el mismo instante en el que abrió los ojos no supo con certeza si se encontraba de pie o tumbado, si estaba arriba o debajo de algo, vivo o muerto. Se podía respirar la negrura, y supo que aquel podía ser s

Bajo un puente se despertó Nikolay, el rudo engendro chaparro y alegre que solucionaba todas sus rencillas a golpes y sus altercados, a machetazos. Nada se le escapaban a sus ojos negros y nacarados dispuestos algo juntos en un rostro aceitunado, bajo unos párpados gruesos y grises. Pero el despertar repentino bajo un desconocido puente de gruesas piedras cuya columna central velaba por la estabilidad de toda la estructura, lo sobresaltó. No entendía dónde estaba, pero tampoco cómo había llegado hasta la ribera de aquel río desconocido, azul y ruidoso. Sin mover un ápice su corto y robusto cuerpo cuyo pie derecho quedaba sumergido dentro de la fresca agua ribereña pensó detenidamente qué había podido pasarle. Lo último que recordaba era una sensación de ahogo mientras la Cosa amorfa lo devoraba y envolvía para asimilar su estructura celular. Recordaba también a su compañero Sergu&eacut

VOZ: MARÍA LARRALDE En ese tiempo se hizo la que luego tuvo más renombre entre las obras de los Elfos. Porque Fëanor, llegado a la plenitud de su capacidad, había concebido un nuevo pensamiento, o quizás ocurrió que una sombra de presciencia le había llegado del destino que se acercaba; y se preguntaba cómo la luz de los Árboles, la gloria del Reino Bendecido, podría preservarse de un modo imperecedero. Entonces inició una faena larga y secreta, recurriendo a toda la ciencia y el poder que poseía y sus sutiles habilidades; y al cabo hizo los Silmarils. Los Silmarils tenían la forma de tres grandes joyas. Pero no hasta el Fin, cuando regrese Fëanor, que pereció antes de que el Sol apareciese, y que se sienta ahora en las Estancias de Espera y no vuelve entre los suyos; no hasta que el Sol transcurra y caiga la Luna, se conocerá la sustancia de que fueron hechos. Tenía la apariencia del cristal de

Un relato corto de terror escrito por Elmer Ruddenkjrik incluido en la Antología TOMO OSCURO. Un relato donde un inocente acto cotidiano se convierte en una auténtica pesadilla para su protagonista. No te sorprendas si algún día te ves bajando una escalera sin final... UN relato dedicado a Stephen King. ¡A saber por qué! Voz Narración: María Larralde Edición: Historias Pulp Enlace al libro en Amazon: https://www.amazon.es/Tomo-Oscuro-1-M...

Capítulo 17/2: SASHA "—¡Joder, no puedo respirar! ¡Aang! ¿Pero qué coño es esto? ¡Orhan! ¡Orhan! Sin saberlo, Sasha estaba siendo arrollado por la masa informe en la que se había convertido la Cosa. Vio por última vez a Orhan por el rabillo de su ojo derecho, saltando por encima de la amorfidad cósmica, echándole orina con el difusor de plástico. Sasha sintió cómo el aire le faltaba, cómo no le entraba en los pulmones porque la masa, amorfa como un músculo completamente tenso, lo había envuelto por completo introduciéndose por todos los orificios de su cuerpo. Y, de repente, el mundo se oscureció para él. Despertó envuelto en sudor. Un escalofrío recorrió su espalda desde la rabadilla hasta la nuca. Al abrir los ojos vio las copas de unos extraños árboles de ramas retorcidas y oscuras, impregnadas de musgo verde luminoso, o eso

Ahora los Tres Pueblos de los Eldar estaban reunidos por fin en Valinor, y Melkor había sido encadenado. Era éste el Mediodía del Reino Bendecido, en la plenitud de su gloria y bienaventuranza, larga en cómputo de años, pero demasiado breve en el recuerdo. En esos días los Eldar alcanzaron la plena madurez de cuerpo y mente, y los Noldor continuaron progresando en habilidades y conocimientos; y pasaban los largos años entretenidos en gozosos trabajos de los que nacieron muchas cosas nuevas, hermosas y maravillosas. Ocurrió en ese entonces que los Noldor concibieron por vez primera las letras, y el maestro Rúmil de Tirion fue el primero en idear unos signos adecuados para el registro del discurso y las canciones; algunos para ser grabados en metal o en piedra, otros para ser dibujados con pluma o pincel. En ese tiempo nació en Eldamar, en la morada del Rey de Tirion, en la cima de Tuna, el mayor de los hijos de Finwë, y el más am

Capítulo 17: Gabriela "Apenas puedo abrir los ojos. Veo un resplandor, una luz que ilumina la estancia, pero ante mi mirada solo aparece el techo blanco ornamentado ricamente con florecillas talladas sobre un material similar al mármol. Está esplendorosamente pulido de forma que mi figura se refleja en él proyectando mi posición sobre la losa de piedra, fría como la nieve. Mi cuerpo debe haber sufrido un largo letargo. No puedo moverme, es como si estuviera paralizada. Mis brazos caen pesados junto a esta camilla de piedra dura y helada donde yazco. ¿Qué me ha pasado? ¿Qué hago aquí?, ¡necesito moverme, pero no puedo! De repente, me invaden recuerdos de todo tipo: de mis últimos días, antes de caer inconsciente por las heridas; del parto y la pérdida de sangre; de mi hijo, el monstruoso bebé... ¡Te recuerdo! ¡Recuerdo tus ojos, Orhan! Tus ojos azul intenso mirándome con profunda tr

En su momento los grupos de los Vanyar y los Noldor llegaron a las últimas costas occidentales de las Tierras de Aquende. En el norte estas costas, en los antiguos días que siguieron a la Batalla de los Poderes, se curvaban hacia el oeste, hasta que en el extremo norte de Arda, sólo un mar estrecho dividía Aman, donde se levantaba Valinor, de las Tierras de Aquende; pero este mar estrecho estaba lleno de hielos crujientes por causa de la violencia de las heladas de Melkor. Por tanto Oromë no condujo a las huestes de los Eldalië hacia el norte lejano, sino que las llevó a las dulces tierras en torno al Río Sirion, que se llamaron más tarde Beleriand; y a partir de estas costas, desde las que al principio los Eldar contemplaron el Mar, con temor y maravilla, se extendía un océano ancho y oscuro y profundo, entre ellos y las Montañas de Aman. Pues bien, Ulmo, por consejo de los Valar, acudió a las costas de la Tierra Media y